
La presencia de Penélope Cruz en esta película me estaba haciendo dudar si ir o no ir a verla. Al final decidí que sí, y me he llevado una grata sorpresa. He de decir que hace un buen papel y genera un sentimiento en el espectador sin el cual la película no sería la misma.
Ben Kingsley por su parte, está perfecto. Ha interiorizado fenomenalmente el papel del tipo de hombre que pretende retratar la película, y su explosión actuando impregna todo el ambiente de la película manejando el discurso que pretende dar. Es más, cuando la torre de marfil de su personaje se derrumba como si fuera de cristal, genera la transición perfecta que hace que te pongas en su piel, de manera que no te crea contradicción.
La escenografía, el ritmo y la música de la película conforman otra buena pieza de colección que aporta Isabel Coixet al cine. Su estilo se denota sobretodo en el ritmo y los cambios que sufre la película a lo largo de su desarrollo, un estilo que personalmente me encanta.
He de recomendar esta película, que me ha parecido bastante buena. Le doy un 7.
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